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La Asociación Fondo Cultural Valeria, en colaboración con el Ayuntamiento de Campanario, organizará un acto poético, el viernes 24 de marzo a las 8:30 de la tarde en el Centro de Ocio, para conmemorar el Día Mundial de la Poesía.

El acto estará dedicado a la memoria de los reconocidos y recordados poetas Meléndez Valdés y Miguel Hernández.

Miguel Hernández Gilabert nació en Orihuela (España) el 30 de octubre de 1910 y falleció en Alicante (España) el 28 de marzo de 1942. Poeta y dramaturgo español.

De familia humilde, tiene que abandonar muy pronto la escuela para ponerse a trabajar; aún así desarrolla su capacidad para la poesía gracias a ser un gran lector de la poesía clásica española. Forma parte de la tertulia literaria en Orihuela, donde conoce a Ramón Sijé y establece con él una gran amistad.

A partir de 1930 comienza a publicar sus poesías en revistas como El Pueblo de Orihuela o El Día de Alicante. En la década de 1930 viaja a Madrid y colabora en distintas publicaciones, estableciendo relación con los poetas de la época. A su vuelta a Orihuela redacta Perito en Lunas, donde se refleja la influencia de los autores que lee en su infancia y los que conoce en su viaje a Madrid.

Ya establecido en Madrid, trabaja como redactor en el diccionario taurino de Cossío y en las Misiones pedagógicas de Alejandro Casona; colabora además en importantes revistas poéticas españolas. Escribe en estos años los poemas titulados El silbo vulnerado e Imagen de tu huella, y el más conocido El Rayo que no cesa (1936).

Toma parte muy activa en la Guerra Civil española, y al terminar ésta intenta salir del país pero es detenido en la frontera con Portugal.  Condenado a pena de muerte, se le conmuta por la de treinta años pero no llega a cumplirla porque muere de tuberculosis el 28 de marzo de 1942 en la prisión de Alicante.

Durante la guerra compone Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1938) con un estilo que se conoció como “poesía de guerra”. En la cárcel acabó Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941). En su obra se encuentran influencias de Garcilaso, Góngora, Quevedo y San Juan de la Cruz.

Juan Meléndez Valdés nació en Badajoz (España) el 11 de marzo de 1754 y falleció en Montpellier (Francia) el 24 de mayo de 1817.Pese a haberse dedicado a las leyes, se hizo conocido como poeta y difusor de las artes en todo sitio que pisó.

Cuando Juan tenía siete años, su madre falleció, hecho que lo marcó considerablemente y lo llevó a volcarse con afición en la poesía con el fin de calmar a su dolido corazón. Este hecho, sumado al de la muerte de su padre, en 1774, fueron los que lo convirtieron indudablemente en un hombre melancólico y decepcionado de la vida, como puede notarse en sus escritos.

Estuvo ligado fuertemente con la cultura francesa; de hecho, se trasladó a Montpellier para aprender de la cultura y empaparse de la poesía francesa.

Sufrió destierro en Medina del Campo (1798), confinamiento en Zamora (1800) y cárcel en Asturias (1808). Bajo el régimen de José Bonaparte, fue consejero de Estado (1809) y presidente de la Junta de Instrucción Pública (1810). Tras la restauración de Fernando VII, emigró a Francia.

Sus tempranas lecturas de Locke, Leibniz, Montesquieu, Rousseau y de los poetas Gessner, Thompson y Pope marcaron su primera etapa poética, en la que sobresalen sus composiciones anacreónticas, de cuyo género fue el principal cultivador en España (La paloma de Filis; Besos de amor), y sus Poesías (1875), publicadas a instancias de Jovellanos.

Las obras de su segunda etapa poética se caracterizan por su contenido filosófico y por su sentimentalidad prerromántica; con posterioridad, su obra se orientó hacia el compromiso político y social (A Llaguno, 1794; Sobre el fanatismo, 1795). Es también autor de una Defensa de la lengua castellana (1811).

Otras obras que pueden mencionarse son «Batilo», «Las enamoradas anacreónticas» y «Las bodas de Camacho el rico». Además ha participado en diversas antologías y se lo considera una figura importante de la lírica de su época.