El acto sirvió para poner de relieve la figura de este campanariense que destacó en el mundo de la ciencia. Además se descubrió un altorrelieve realizado en arcilla que se ha instalado en la fachada del Centro de Ocio.
El Centro de Ocio acogió en la noche de ayer el homenaje que el Fondo Cultural Valeria, junto con el Ayuntamiento de Campanario, realizó a la figura de Eduardo Lozano y Ponce de León. Doctor en Ciencias Físico-Matemáticas que nació en Campanario el 18 de febrero de 1844 y falleció en Madrid el 8 de junio de 1927.
Durante el acto se descubrió un altorrelieve realizado en arcilla que se ha instalado la fachada del Centro de Ocio, situado en la calle Vicenta García Miranda, misma calle en la que nació Eduardo Lozano, en aquel entonces con el nombre de calle Bocina. El descubrimiento de la figura fue realizado por el Alcalde de Campanario, Manuel Calderón, Eduardo Lozano, bisnieto del homenajeado y el presidente del Fondo Valeria, Francisco Sánchez. La obra con la efigie de Eduardo Lozano, y que se podrá contemplar a partir de ahora en el Centro de Ocio, ha sido realizada por el escultor onubense Martín Lagares.
Para la ocasión, desde el Fondo Cultural Valeria se preparó en el salón del Centro de Ocio una vitrina en la que se pudieron contemplar obras y material escrito sobre Eduardo Lozano. Que sirvió de complemento a la charla que ofreció Antonio Ventura Díaz sobre la figura de este campanariense prácticamente desconocido para los vecinos de Campanario.
Eduardo Lozano Ponce de León
Nacido en la localidad de Campanario, donde residían sus padres, se trasladó siendo niño a Almadén, en la provincia de Ciudad Real, recibiendo allí su instrucción primaria. Estudió la segunda enseñanza en Ciudad Real y Madrid, y en la Universidad de esta última ciudad cursó las carreras de Ciencias Físico-Matemáticas y Químicas, y Farmacia.
Doctor en Ciencias Físico-Matemáticas, se graduó en la sección de Físico-Química y se licenció en Farmacia. Obtuvo, mediante correspondiente oposición, la cátedra de la asignatura de Física y Química, ejerciendo en los institutos de Vergara, Teruel, Toledo y Málaga. Posteriormente ganó la cátedra de Física Superior en la Facultad de Ciencias de Barcelona.
El 15 de marzo de 1892 fue propuesto para ocupar una de las vacantes como miembro numerario de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, siendo elegido académico en sesión del 2 de marzo de 1893. Tomó posesión de su cargo el 14 de marzo de 1894, leyendo su discurso de ingreso sobre el tema De los métodos que pueden seguirse en las investigaciones físicas. En dicha Real Academia le fue asignada la medalla número 18 y perteneció a la sección de Ciencias Físico-Químicas.
En el año 1901 ocupó la cátedra de Acústica y Óptica en la Universidad Central de Madrid, para lo cual se vio obligado a trasladarse a dicha ciudad. Ya jubilado en Madrid, no permaneció ocioso, dedicando todas sus energías a emprender obras de carácter benéfico y docente.
Socio corresponsal de las Reales Sociedades Económicas Matritense de Murcia y Teruel, y fundador de la Revista de la Sociedad de Profesores de Ciencias, poseyó una muy amplia cultura tanto científica como literaria, puesta de manifiesto en sus numerosas obras, muchas de ellas de carácter pedagógico, y dejó como profesor de las Universidades de Barcelona y Madrid una pléyade de destacados discípulos. Falleció en Madrid el 8 de junio de 1927.