Aún no es verano y ya tenemos condiciones verdaderamente propicias para que haya grandes incendios forestales en nuestros montes. Lo malo es que no lo parece.
Todos hemos notado un ascenso de temperaturas generalizado y, al consultar la predicción meteorológica, observamos una previsión de viento cuyas velocidades no superarán los 10 km/h y unas temperaturas máximas de treinta y muchos grados, algo a lo que los extremeños estamos sobradamente acostumbrados en época estival.
Es cierto que las condiciones meteorológicas pueden no ser extremas. De hecho, el mapa de riesgo meteorológico que publica la Agencia Estatal de Meteorología para este lunes, 12 de junio de 2017, ofrece un panorama nada alarmante que, sin embargo, puede inducir a error.
La procedencia del viento, que viene del Este, lo convierte en “terral” (muy seco), que además se suma a la tímida incursión de una masa de aire africano que afecta a la mayor parte de la región y que ya ha dificultado el sueño la pasada noche en las vegas extremeñas.
Como consecuencia de ello se ha producido una situación atmosférica inusual para estas fechas, que puede resumirse en una enorme diferencia de temperatura entre la superficie terrestre y las capas altas de la atmósfera. Esto, a su vez, propicia una potente convectividad, lo que multiplica exponencialmente el potencial desarrollo de los incendios que hoy se inicien en nuestra región.
Por eso, aunque no lo parezca porque estamos ante un riesgo oculto que escapa a la simple lectura de la previsión meteorológica, durante toda la tarde del día de hoy, durante la noche y durante todo el día de mañana, hay que extremar las precauciones en el campo. No puede utilizarse el fuego en ninguna actividad al aire libre, como bien se sabe, pero además hay que evitar el uso de radiales y otras herramientas que puedan producir chispa.
Es conveniente elevar el peine en las cosechadoras, cuidar los escapes de los vehículos que andan y trabajan en el campo y apagar fehacientemente cualquier colilla. En la medida de lo posible, hay que evitar los vidrios, retirándolos en todas las zonas de pastos y, sobre todo, adquirir conciencia del riesgo verdadero de cualquier ignición.
Fuente: Hoy Campanario