Somos Extremadura porque queremos serlo los extremeños de hoy, sus ciudadanos, con independencia de lo que pensaran o sintieran nuestros antepasados, y porque el proyecto incluyente de España así lo reconoce y alienta para nosotros y para los otros pueblos hermanos.

No nos ata el pasado, ni le debemos sumisión, es solo el variado mosaico de nuestra historia. Y por duro que haya podido ser, se ordenó al fin y al cabo para traernos hasta este presente esperanzado. No nos ata el pasado, es nostalgia del futuro lo que sentimos, en realidad.

Y esa, la misma Extremadura, la que celebra 35 años de autonomía, la que tanto le debe a ese Estatuto de Autonomía que vino para traer esperanza, libertad, memoria, fortalecer raíces, impulsar su cultura y, por qué no decirlo, el añorado orgullo de ser extremeño.

Celebramos el Día de Extremadura un año más con esa mirada a todo lo que fuimos y que hemos avanzado como pueblo. Seguimos siendo esa región de gente humilde, trabajadora, sencilla, hospitalaria y solidaria que con paso firme y decidido a lo largo de estos 35 años ha conseguido cambiar su realidad educativa y sanitaria, su atención a las personas dependientes y a quienes más lo necesitan con unos servicios públicos de excelente calidad que representan y definen nuestra tierra.

​Nos sentimos orgullosos de ser campanarienses y extremeños, de nuestro esfuerzo por equilibrar lo rural y lo urbano, del ejemplo que han supuesto nuestras ciudades y la transformación que han sufrido nuestros pueblos.

Qué sería de esta región sin ellos, sin nuestros alcaldes y alcaldesas que desde cada Ayuntamiento junto a sus vecinos y vecinas se levantan cada día por hacer de esta tierra, una mejor.

Con ese empeño, esa unión y con ese mismo espíritu crítico y luchador seguiremos reivindicando todo aquello que nos ayudará a tener una Extremadura más fuerte, una Extremadura con futuro, con un tren DIGNO YA!, un tren que nos lleve hacia el futuro, no éste que nos lleva día a día hacia atrás, que en los últimos años ha estado caracterizado por las incidencias, este verano ha sido un ejemplo más, un tren que merecemos en justicia, que necesitamos para seguir afrontando retos como el temido despoblamiento que acecha a todas las regiones de interior en España y en Europa, y que desde aquí, con el esfuerzo constante de la Junta de Extremadura y las Diputaciones Provinciales, hemos sabido sostener con políticas que buscan la igualdad entre todos nuestros paisanos y paisanas.

Queremos que Campanario y Extremadura sigan trabajando y luchando por ser ese pueblo abierto, tolerante, inclusivo y solidario que acoja a los que vienen y cuide a los que aquí vivimos, que sea capaz de que sus jóvenes participen y se impliquen en este proyecto llamado EXTREMADURA y al que la historia le ha hecho entender que cuando se une, que cuando todas y todos estamos juntos no hay quien la frene.

¡Viva Campanario!
¡Viva EXTREMADURA!