En la jornada de ayer viernes tuvo lugar el tradicional concurso de abriles, en el que hubo cinco inscritos. Dos de ellos, por cierto, dedicados y centrados en Cataluña y Puigdemont, que fueron objeto de la sátira campanariense.

Los dos abriles dedicados a Cataluña se titulaban ‘Independencia’ y ‘Puigdemont’. Luego, los otros tres se titulaban ‘¿Hacemos carroza?’, ’12+1′ y ‘Grupo de Whatsapp’.

La tradición de los ‘abriles’ nunca se perdió en Campanario, pero en los últimos años sin las compensaciones de los premios, la participación era más bien escasa. Se trata de representaciones de figuras de personajes de actualidad que resultan caricaturescas y a las que se dota de un sentido sarcástico.

Están realizadas con materiales caseros, como metales, chapas, trapos o ropas viejas, guata trigo y quedan expuestas en la vía pública. En este caso, una parte fundamental de un ‘abril’ es la colocación de un cartel que contenga una frase o poesía en tono irónico y que justifique o explique de alguna manera la presencia de los muñecos.

Esta tradicional y curiosa puesta en escena se remonta a principios del siglo XX. En aquella época, las pleiteras o esparteras realizaban maquetas, más esquemáticas que las actuales, acompañadas de una cita con la que pretendían caricaturizar a alguna persona importante. Con el paso del tiempo, el carácter grotesco inicial se amplió a personajes históricos. Los habitantes de Campanario bautizaron esta fiesta como los ‘abriles’ basándose en su particular vocabulario, ya que en la localidad palabra ‘abril’ hace alusión a la persona que está quieta o parada en un sitio.

Durante la Guerra Civil, hubo un parón en esta festividad, que se recuperó de nuevo a principios de los años cuarenta y que aún continúa.

Las autoridades y vecinos pudieron visitar en la tarde de ayer los abriles. Hasta esta tarde no se darán a conocer los ganadores, junto con los de las comparsas y disfraces.

Se repartirá un primer premio de 50 euros, un segundo premio de 30 y accésit de 20 euros a todos los participantes.

Fuente: Hoy Campanario