Cada día es más frecuente observar cómo la plaga del picudo rojo se va extendiendo por todos los municipios y afectando, sobre todo, a la palmera canaria “Phoenix Cauriensis”.
Después de pedir el oportuno asesoramiento a los técnicos en la materia y, aunque afirman que es muy difícil su erradicación, sí que recomiendan proceder de la siguiente manera:
Por un lado, cortar aquellas palmeras que ya están afectadas sin posibilidades de recuperación como medida necesaria para evitar la propagación de la enfermedad, labor que ya se está llevando a cabo, y por otro lado, actuar sobre aquellas que aún no están dañadas por el escarabajo.
Por ello desde el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento se ha decidido iniciar un tratamiento con el fin de proteger estos ejemplares tan singulares. En principio y, de forma experimental, pues no se garantiza el 100% de efectividad, se aplicará sobre las palmeras situadas en la Avenida de los Emigrantes y en la rotonda de la Virgen de Piedraescrita.
Se trata de un tratamiento combinado de endoterapia (inyecciones en el interior de la palmera que no provocan ningún tipo de emisiones al medio ambiente) y duchas foliares sobre el punto de crecimiento en el centro del tronco, que es donde se localiza la larva del escarabajo. Se persigue con ello una doble función: curativa y preventiva.
Estos tratamientos, que deben realizarse de forma periódica, suponen un importante esfuerzo económico para el Ayuntamiento, tanto por el coste de los productos a aplicar como de la mano de obra especializada que se necesita.
Para el tiempo que resta del año en curso y el próximo 2022, se ha suscrito un contrato por valor de algo más de 10.000 euros.