Varias decenas de niños se reunieron en el Parque de la Constitución para hacer volar sus Cariocas por el cielo de Campanario. Un poco de tierra y tiras de colores bastaron para hacer disfrutar a los pequeños de un rato de juego y diversión. Una tradición que se revive en estos momentos lúdicos para impedir que se olvide con el tiempo la importancia del juego utilizando para ello elementos básicos y al alcance de todos, alejados de la sofisticación de muchos de los juguetes de hoy en día.