María Cabrera Gallardo es una campanariense de 15 años, de la familia de los ‘Marchena’, que en la actualidad estudia 4 de la ESO en Badajoz. Sin embargo, si por algo destaca esta joven es dando patadas a un balón. Hace unos días acudió al municipio mallorquín de Alcudia integrando la selección extremeña sub-18 y esta temporada milita en el equipo del Santa Teresa de Segunda División.
Desde pequeña jugó en Campanario, en las categorías inferiores del pueblo, siempre con niños, hasta los 11 años que le fichó el Quintana femenino. Ese verano no sabía bien lo que hacer, porque aún podía seguir jugando en el infantil del Campanario con los chicos, pero finalmente decidió que lo mejor para ella era dar el salto al fútbol femenino, ya que nunca había jugado con chicas y en algún momento llegaría el cambio.
«Hasta ahora pienso que acerté con dar el cambio en ese momento, ya que jugué ese año en el Quintana y me llamó por primera vez la selección extremeña para jugar un torneo en el que conseguimos acabar campeonas. La temporada siguiente me fichó el Don Benito Balompié. Era señal de que las cosas fueron bien, y en esa temporada, acabé máxima goleadora de la liga con 45 goles y además me volvió a llamar la selección para ir a la Women’s cup, un torneo internacional sub 14, en el que conseguimos ganarlo de nuevo y esta vez conseguí quedar también máxima goleadora con 10 goles. Estaba muy ilusionada y para mí acabar ese torneo como “pichichi” fue un sueño», recuerda.
Ese mismo verano le fichó el Santa Teresa. Como admite, «fue una decisión difícil, porque perdería mucho tiempo de estudio y de estar con mis amigos entre los viajes de entrenamientos y partidos desde Campanario a Badajoz y viceversa, pero siempre he pensado que si quieres algo hay que luchar por ello, y el tiempo que me ahorraba en salir de fiesta los fines de semana, el día del partido mi cuerpo y mi equipo me lo agradecía».
Fuente: Hoy Campanario