En la sesión ordinaria del pleno celebrada el 7 junio, la corporación municipal del Ayuntamiento de Campanario aprobó por unanimidad la moción del PSOE campanariense, para que la Escuela Municipal de Música pase a denominarse ‘Escuela Municipal de Música Fidel Santana’.

La moción contó con los votos a favor de los ocho concejales del PSOE y de las cuatro ediles del Partido Popular asistentes al pleno.

La familia de Fidel Santana no ha querido dejar pasar la ocasión, para agradecer el detalle que el pueblo ha tenido con el que fuera sacristán de la parroquia. Su nieto José Antonio Cano Santana, se ha erigido en uno de los portavoces al señalar:

En nombre de toda mi familia, queremos trasladar nuestro agradecimiento eterno al alcalde de Campanario, Elías López, y a los partidos políticos representados en el Consistorio por esta muestra de admiración y respeto hacia la persona que fue mi abuelo.

Y añade:

El Ayuntamiento ha querido que su nombre no caiga en el olvido y ha querido homenajear la trayectoria humana y profesional de mi abuelo. Un melómano que trabajó duro para conservar su agudeza musical y llevar el nombre de Campanario a lo más alto.

Asimismo, valora que también se acordaran de su abuelo en vida:

Aunque los homenajes póstumos simbolizan y recuerdan su nombre perpetuamente, su pueblo natal y la localidad donde vivió la mayoría de sus años supieron agradecer y reconocer en vida que fuese un ejemplo de empatía hacía el prójimo y un referente para otros músicos y personas que aprendieron y disfrutaron de su música.

Otro de sus nietos, Antonio Caballero, también ha querido valorar la trayectoria de Fidel:

Para nosotros, nuestro abuelo siempre será un héroe y ejemplo a seguir. Un hombre que amaba la música, la vida, y sobre todo, a las personas.

En este sentido, recuerda varias anécdotas que denotan las ganas con las que vivió sus últimos años:

Tanto amaba a la vida que a sus 90 años se rompió el tendón rotuliano y se recuperó al cien por cien, ya que, según sus palabras, “todavía había mucho que hacer”. Algo improbable para una persona de su edad e incluso para un deportista. Además, tanto amaba la música que cuando ya apenas podía ver por la edad, encargó un atril gigante y amplió la mayoría de sus partituras para seguir componiendo, tocar instrumentos y enviar música a sus familiares y amigos. Y lo más importante, tanto amaba a las personas que siempre ayudó en todos los sentidos a los que le rodeaban y a los que no estaban cerca de él, tanto económicamente como de cualquier otra forma, incluso sin tener sobrados medios y de forma totalmente altruista.

Como coinciden en señalar ambos, su abuelo dejó

una herencia musical y humana que todos debemos tratar de preservar e inculcar a generaciones venideras. Nunca le importó ganar más dinero y tener más reconocimientos que la de una sonrisa o un aplauso íntimo.

Y recuerdan que estos homenajes no se hubiesen producido

si mi abuela no hubiera formado parte de su vida, pues ella llevó el peso de una casa más pública que privada e hizo que mi abuelo forjase su trayectoria profesional y musical.

Por último, han querido dar las gracias al Fondo Cultural Valeria y a los vecinos de Campanario y Malpartida de la Serena «por tanta muestra de gratitud y cariño hacia nuestro abuelo y familia durante toda su vida, pues conseguisteis que el camino que emprendió en esta localidad fuese sencillo y feliz».

Fuente: Hoy Campanario