La Junta de Extremadura, a través de la Consejería de Cultura e Igualdad, ha incluido a la Presa del Paredón, situada en el término municipal de Campanario, en el Inventario de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura. La solicitud fue presentada por este Ayuntamiento hace más de un año y medio.

La presa se localiza a unos tres kilómetros de Campanario y recientemente fue donada por sus antiguos propietarios al consistorio campanariense. Toda la zona próxima al bien es de gran riqueza arqueológica, existiendo varias villas romanas y yacimientos arqueológicos cercanos, entre los que destaca el protohistórico de La Mata.

«Un día muy importante para Campanario, para su patrimonio histórico, y para todos los que amamos y disfrutamos dicho entorno de la Presa del Paredón. Una noticia que sin duda nos anima seguir trabajando por y para nuestro pueblo», destaca el alcalde de Campanario, Elías López.

En abril de 2016, recuerda, «conseguimos que, tras negociaciones mantenidas por esta Alcaldía con los propietarios, la muralla y el molino fueran donados al Ayuntamiento de Campanario. Pocos meses después, iniciamos los trámites para conseguir la declaración de Bien de Interés Cultural de La Presa del Paredón».

Asimismo, el primer edil explica que el Paredón tenía tres grandes problemas, dos de ellos ya solucionados: la titularidad, que era privada y ya es pública; el colector de aguas residuales en el arroyo del molar , el cual sus obras comenzarán en breve por una dotación de unos 600.000 euros, y el deterioro de la presa, como las fugas.

Por ello, añade, «la declaración viene a dar un impulso a los objetivos del consistorio, como es convertir dicha zona recreativa en un lugar del que podamos disfrutar todos los campanarienses, incluida ya en el Inventario del Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura».

Construcción y función del embalse

Con respecto a la construcción del embalse, ocupa una superficie de unos cien metros, soporta las aguas del arroyo del Molar, afluente del Zújar, y está construida mediante mampostería de cuarcita y pizarra, teniendo en su parte delantera una altura máxima aproximada de unos 9 metros sobre rasante, y en la posterior, de unos 14 metros.

La función del mismo fue la de embalsar agua para mover las piedras volanderas de los numerosos molinos que posteriormente se construirían aguas abajo, a lo largo del arroyo del Molar. Algunos de estos molinos, según los autores citados, han estado en marcha hasta no hace muchas décadas.

En esta línea, se localiza uno de ellos bajo la presa llamado Paredón II (existe otros vinculados a la presa, aguas abajo). Es de cubo y está cubierto con bóveda de cañón. Se conservan en el mismo algunas piedras volanderas y otros elementos relacionados con su funcionamiento.

En los que se refiere a los origines del embalse, según algunos estudios sobre el Paredón, como los realizados por Luis G. Guisado López, Manuel Soto Gálvez y por J. López, se cree que fue construido por los romanos, aunque no existen en realidad datos ni estudios sobre este hecho, solo la existencia en las cercanías de algún poblamiento de esa época.

Por consiguiente, debido a sus características arquitectónicas, estiman que fue levantado entre los siglos XVI y XVIII, en la época moderna o contemporánea.

Con todo, para la Junta de Extremadura, el conjunto formado por presa y molino, posee suficiente interés patrimonial como para ser incluido en el Inventario de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura.