El Ayuntamiento de Campanario, a través de los pisos tutelados para mayores, ha puesto en marcha una iniciativa para mantener viva la memoria de los usuarios y usuarias de este servicio. ‘El libro de la memoria: Historia de vida’, pretende que los recuerdos y vivencias de estas persona mayores queden reflejados en una publicación propia y no caigan en el olvido.

Los años van pasando, y la memoria de lo vivido es lo que nos queda como recuerdo. Para evitar que esa memoria se vaya perdiendo con los años, en los Pisos Tutelados del Ayuntamiento de Campanario, están elaborando ‘El libro de la memoria’ de cada usuario y usuaria, un recurso destinado a ayudar a conservar la memoria y la propia identidad de las personas mayores.

Se trata de una iniciativa por la cual se recopilan recuerdos de las diferentes etapas de la vida, desde sus primeros recuerdos de la infancia, el día de la primera comunión, la adolescencia, el servicio militar, la Guerra Civil, día de bodas, nacimiento de hijos y nietos, árbol genealógico… momentos que configuran una existencia al fin y al cabo.

La memoria es una capacidad fundamental. Permite hacer acopio de conocimientos y crear la propia identidad a través de la acumulación de episodios de experiencias vividos a lo largo de la vida.

Creemos que es necesario crear esas historias de vida de cada persona mayor, para que nuestros usuarios tengan una continuidad bibliográfica, así, si se presentara un deterioro cognitivo, podamos situarles y recordarles quienes son, lo que han vivido y con quién lo han vivido”, explica Guadalupe Borrallo, gerente de los pisos tutelados.

A través de fotografías y las preguntas que han contestado los usuarios de este servicio municipal, se configura un ‘Libro de memoria’ que permitirá, por un lado, que cada persona pueda revivir en los años futuros esos momentos pasados, y por otra, que el resto de la sociedad pueda conocer y perpetuar formas de vida que se van perdiendo, conociendo cómo era el día a día de estas personas.

Es muy satisfactorio, verlos con sus libros, disfrutando, contando sus historias a compañeros, familiares y amigos, a la vez que están trabajando la memoria y conservación de recuerdos” concluía Borrallo.