En un abarrotado salón de actos del centro de ocio de Campanario, presentó José Miguel Gallardo en la noche del pasado viernes su primera novela ‘2065’
En esta ocasión, los vecinos quisieron con su presencia arropar al campanariense más mediático en su debut como novelista y no dudaron en acudir a la cita en la que José Miguel ofreció unas pinceladas de su thriller, que llega cargado de intriga y suspense y está basado en escenarios climáticos reales.
El cambio climático es el hilo conductor de su novela y, sin duda, las reflexiones y previsiones que hizo José Miguel a este respecto, como se suele decir coloquialmente en Campanario, ‘cortaron’ el cuerpo a más de uno. Y es que ya avanzó que «si no hacemos nada para frenar el calentamiento global, se nos presenta un panorama bastante preocupante». En este sentido, avanza que con el paso de los años los periodos secos serán más prolongados, mientras que los húmedos cada vez serán menos frecuentes y cuando lleguen vendrán acompañados de lluvias torrenciales. Por tanto, predijo que esta situación climática «provocará hambrunas y guerras».
El famoso ‘hombre del tiempo’ admitió que escribir una novela siempre fue la ilusión de su vida.
Lo cierto es que me ha gustado escribir desde que era niño. En el colegio, cuando aprendí a hacerlo, me acuerdo que con sor Victoria, que nos ponía en corro y nos enseñaba las vocales, me dedicaba a copiar en una libreta los cuentos que leía para decir que los había escrito yo e, incluso, dibujado, pues venían muchos dibujos y me encantaban. En concreto, copia ‘Los cuentos de Gülliver’. Tendría por aquel entonces 4 ó 6 años, no me acuerdo de la edad. Después, ya en el instituto, gané dos premios de literatura que me animaron mucho, muchísimo, a seguir escribiendo. Así que ésta ha sido la ilusión de mi vida, por lo que ahora me siento plenamente feliz. Afortunadamente la escritura es algo que me ha acompañado desde que tengo memoria.
Respecto a cómo surgió la oportunidad de debutar como novelista, señaló:
Más que surgir la idea, la fui gestando con muchas horas de trabajo. A mí me encantan los thriller, los libros y películas de intriga y suspense, y tenía muy claro que quería escribir el libro que a mí me hubiese encantado leer, así que tendría que estar cargado de esa angustia, intriga y suspense que tanto me cautiva en las historias de ficción. Sabía cómo quería que empezase y que acabase la novela, pero no era capaz de encajar ambos extremos en una historia que me satisficiera. Fue un día al salir del metro, camino de TVE, cuando de pronto me di cuenta que ambos extremos tenían sentido si, como tema central, los unía el cambio climático. La ilusión que sentí ese día fue enorme, pues por fin podía trenzar en una misma historia mis grandes pasiones: la literatura, la meteorología-climatología y el suspense.
En cuanto a los personajes de su novela, quiso dejar claro que aunque el protagonista es un meteorólogo, no hay nada de autobiográfico en ellos:
No, no he querido darles nada de mí a los personajes. Obviamente al haberlos inventado yo, piensan a través de mis pensamientos y sienten a través de mis sentimientos. Es algo inevitable, pero he querido que cada personaje evolucione como él mismo me ha pedido. Desde el principio les di plena libertad para evolucionar según ellos lo pidiesen, pese a que en muchos momentos no estaba de acuerdo con ellos. Sólo así creo que un personaje puede ser creíble para el lector.
Por otro lado, quiso dejar claro que aunque su thriller ‘2065’ es de ficción, el mismo se basa en predicciones reales:
Pese a que ‘2065’ es una novela de ficción, se sustenta sobre proyecciones climáticas reales. Son las que se publicaron en el quinto informe del IPCC, que es el grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático. Fui desgranando una a una las cuatro que se proyectan en dicho informe y me decanté por la que, siendo optimista, creía que podría llegar a ocurrir. La verdad es que estudiando a fondo el cambio climático me di cuenta de lo frágil que es el planeta y del daño tremendo que le estamos haciendo. ¡Es horrible! Y lo peor es que en vez de ir a mejor, cada vez vamos a peor. El famoso acuerdo de París asume en sus anexos que las medidas que se acuerdan no son suficientes para lograr los objetivos que se marcaron y, con las nuevas políticas de algunos países, sin duda ahora estamos aún más lejos de alcanzar la meta, lo que es perjudicial para todos. Así que sí, el cambio climático es tan fiero como lo pintan. Me atrevería a decir que incluso es peor.
Y en este sentido, aclaró el motivo de por qué eligió el año 2065, que además da título a su obra:
La idea de localizar la trama en el año 2065 tiene un sentido. Está lo suficientemente lejos en el tiempo como para poder ver los efectos del cambio climático de una manera destacada, pero lo suficientemente cerca como para que muchos de nosotros, o nuestros hijos, estemos vivos en esa época. Mi idea era mostrar lo que nosotros mismos nos vamos a encontrar de aquí a dentro de no muchos años, pero la situación meteorológica que vemos en la novela sería la que encontraríamos en un futuro de seguir haciendo lo poco que hacemos para frenar el calentamiento global. Si no hacemos nada será aún peor.
En su presentación, en la que estuvo arropado por el Alcalde, Elías López, y el concejal de Cultura, Fran Cruces, José Miguel Gallardo analizó los últimos huracanes que habían tocado a la Península Ibérica, algunos de los cuales pasaron por Campanario en forma de tormenta tropical. No obstante, ya avanzó que nuestro país «no está preparado» para los futuros huracanes que nos puedan azotar.
Tras ofrecer unos apuntes de su novela, se abrió un turno de preguntas, con la que numerosos asistentes tuvieron la oportunidad de interactuar con el autor y de sacar a la palestra temas interesantes respecto al cambio climático y sus efectos.
Así, José Miguel advirtió que este cambio incidirá en nuestros cultivos, «pasando los de secano a regadío, aunque no habrá la suficiente agua disponible, por lo que los campos van a sufrir». Otra paisana, residente en la actualidad en el País Vasco, se preocupó por el nivel de los océanos que, como aclaró el meteorólogo, «crecerán unos centímetros en los próximos años».
Gallardo se mostró pesimista a la hora de «poder frenar el cambio climático, ya que no se está haciendo nada» y esto hará que en un futuro los «pueblos se queden vacíos y además tengamos que readaptarnos para vivir mejor».
El autor habló del caso concreto de Extremadura:
Al ser yo extremeño quise que parte de la acción del libro transcurriera en Extremadura. Así podría hablar de los problemas que surgirían aquí debidos al cambio climático. El panorama es muy triste, de verdad. En la ola de calor que se relata en 2065, en los valles de Extremadura se rozan los 50 grados… ¡Una locura! Y hablo de 50 grados a la sombra. Por cierto, el protagonista del libro, Adrián, es extremeño. Me costó mucho encontrar un apellido que tuviesen principalmente gente de Extremadura. Su apellido es ‘Salor’, que además es el nombre de un afluente del Tajo, en Cáceres.
Por último, Gallardo no dudó en señalar que el papel de las energías renovables se antoja como importante. No obstante, lamentó que pese a la gran cantidad de luz solar de la que goza España, estemos desaprovechando esa energía. Y en este sentido, no ve normal que Alemania multiplique por ocho la capacidad solar de España.
El acto finalizó con la firma de ejemplares, que se pueden adquirir en las librerías de Campanario, por parte del autor.
Fuente: Hoy Campanario