Su auténtica pasión son los caballos y montando a uno de ellos, llamado ‘Abril’, la campanariense Carmen Escudero Ponce ha logrado colgarse la medalla de plata en el Campeonato de Extremadura de Doma Clásica celebrado este verano en Badajoz.
Carmen tiene 16 años y hace unos días iniciaba los estudios en 2º de la ESO. Es buena estudiante, aunque no puede ocultar que el mundo del caballo le tira demasiado.
Su padre, Antonio Escudero, recuerda que Carmen siempre tuvo «una inclinación innata hacia los caballos». Una pasión que se puede entender en un pueblo tan aficionado a los caballos, como Campanario, aunque bien es cierto que esta joven no tiene antecedentes familiares que la engancharan a esta afición.
«Desde pequeña siempre nos decía a su madre y a mí que no le regaláramos nada, porque ella prefería que la lleváramos a montar a caballo».
Y como premio a sus buenas notas, Carmen empezó a ir a un picadero de La Haba hasta que sufrió una caída. Este percance hizo que parara y dejara de acudir al picadero, aunque como recuerda su padre:
«todo el dinero que le dábamos para sus cosillas, lo guardaba y se compraba revistas de caballos».
El gusanillo iba creciendo de nuevo y al año regresó a un picadero para volver a montar. Esta vez el Club Hípico La Barca de Villanueva de la Serena, donde su entrenadora Chanchi Cabanillas Morcillo la empezó a preparar y a los cuatro meses Carmen ya estaba compitiendo.
Ésta obtuvo premios menores, sin embargo este verano en Badajoz es cuando realmente recogió los frutos a tanto esfuerzo y trabajo con la medalla de plata a nivel regional, en la categoría juvenil 0*.
Su padre admite que realmente Carmen apenas dedica una hora semanal a montar, todos los viernes. Lo suficiente para que haya despuntado entre las mejores de Extremadura en su edad.
Por tanto, se trata de una amazona que apunta alto y que forma un binomio excepcional con su caballo ‘Abril’, que tiene mucha sangre y fuerza.
Pese a la medalla de plata, en la familia de Carmen prefieren tener los pies en el suelo:
«De momento, esto de montar a caballo es un premio y un hobbie para ella. Lo importante es que se centre en sus estudios, ya que este mundo del caballo es muy difícil y requiere de muchos medios económicos», afirma Antonio.
Mientras tanto, Carmen ya sueña con montar algún día un caballo de su propiedad. Madera de amazona ya ha demostrado que tiene.
Fuente: Hoy Campanario